¿EXISTE LA INFANCIA?
Autor: Ricardo Baquero
 “LA INFANCIA COMO PROBLEMA”
El objetivo de este artículo es indagar en el ámbito del discurso pedagógico, la pedagogía construye la infancia y la configura a partir de ciertas categorías.
Esquemáticamente el libro de Ariés ofrece sus afirmaciones en dos series. La primera se plantea con el fin de demostrar por contraste nuestros sentimientos respecto a la infancia.
Los niños no eran ni queridos ni odiados en los términos que esos sentimientos se expresan en el presente: los niños eran simplemente inevitables.
La segunda serie de afirmaciones contribuyen a describir la transición de la antigua a la nueva concepción de infancia que operará la conducta y cultura occidental.
Para esta transición Ariés destaca dos sentimientos de la infancia; el primero es el “mignotage”, en él se reconoce una cierta especifidad del niño y las “nurses” a partir del siglo XVII.
El segundo sentimiento se conforma, siendo los pedagogos los sujetos destacados en el proceso de escolarización.
Esto implica que Flandrin deje reconocer la infancia como producto “moderno” y hasta “industrial”.

La pedagogización de la infancia: del niño al alumno

º En el proceso mediante el cual la sociedad comienza a amar, proteger y considerar como agentes heterónomos a los niños, la institución escolar juega un papel central: escolarización e infantilización parecen, según todos los autores reseñados, dos fenómenos paralelos y complementarios.

º Ariès describe que en la época clásica, la escuela medieval de los clérigos y mercaderes, no parece distinguir en modo alguno las edades de los alumnos ni ninguna condición específica de la niñez14. Este establecimiento integrará a niños y adultos y no existen criterios de categorización por edad o “grado” de dificultad. En la “escuela moderna”, por el contrario, la infancia ha sido delimitada y su ubicación depende de una rigurosa y muy minuciosa categorización que no sólo evita la integración de niños y adultos sino que, en el interior de la infancia, hace posible obtener niveles de delimitación aún más sutiles.

º La institución escolar es el dispositivo que la modernidad construye para encerrar a la niñez.

º La escuela no es un modo de formación entre otros, ella fue concebida como la primera y, finalmente, como la última. Sus horarios ocupan todo el día de los niños, sus programas ponderan el conocimiento indirecto en detrimento de 1a experiencia, e incluido en la enseñanza profesional, su disciplina definió un saber ser niño hecho de pasividad, obediencia, de una pedagogía de la intimidación.

º La infancia genera un campo de conocimientos que la pedagogía construye pero, a la vez, es un cuerpo -el cuerpo infantil- depositario del accionar específico de la pedagogía.

º La infancia es la clave de 1a existencia de la pedagogía en tanto discurso, pero también es imposible comprender el proceso de construcción de una infancia moderna si no se tiene en cuenta al discurso pedagógico proponiendo una analítica capaz de dotar de ciertos sentidos los enunciados sobre la infancia.

º  La pedagogía y la psicología educacional segregan el concepto de infancia para reintegrarlo en el ámbito de las instituciones escolares: en el seno de esta reinserción persisten las características centrales de la infancia (heteronomía, necesidad de protección, etc.) pero reconvertidas, «especializadas», aplicadas en un contexto diferente.

º Para la pedagogía, la infancia es un hecho dado, un supuesto indiscutible a partir del cual es posible construir teórica y prácticamente al alumno.

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