EL DESARROLLO MOTOR EN EL NIÑO DESDE EL ESTADO PRENATAL HASTA LA ADOLESCENCIA
#ROBERT RIGAL.
Las posibilidades motrices del niño evolucionan ampliamente con su edad y llegan a ser cada vez más variadas y completas a medida que crecen. El recién nacido y sus posibilidades motrices inmaduras reaccionan a las estimulaciones. El desarrollo entre el periodo prenatal y la adolescencia refleja la complejidad progresiva de las estructuras neuromusculares que hace posible los movimientos y una serie de contracciones musculares a un movimiento armonioso. En su primer año, el niño pasa de la dependencia absoluta a la autonomía casi completa en sus desplazamientos.  El desarrollo orgánico produce la aparición de nuevas entidades funcionales.
El control motor, en cada fase de su evolución, depende del funcionamiento de las estructuras nerviosas y musculares que condicionan diferentes actividades  motrices, y en los que los factores del desarrollo son particularmente importantes en el curo de la infancia. El control progresivo se acompañada de una disminución de la irradiación de la actividad motriz y de movimientos parásitos asociados al acto motor investigado.

Los trabajos de gesell y colaboradores resalta la importancia de la maduración como marco explicativo de la evolución de la motricidad en el niño. El desarrollo se prosigue según una secuencia ordenada: cada etapa representa un nivel de madurez. Esta maduración permite el despliegue de modelos anatómicos, fisiológicos y comporta mentales. En este modelo innatista se sustituye la interaccione entre variables genéticas y el entorno que determina el comportamiento y confirma el papel de la experiencia activa.
Las actividades motrices pueden generar o no un desplazamiento, caracterizar el conjunto de los individuos o no desarrollarse más que en alguno de ellos, las actividades filogenéticas locomotrices comprenden movimientos, como rodar, marchar, correr, etc.
Las actividades ontogenéticas locomotrices incluyen actividades como nadar, esquiar patinar, etc. Las no locomotrices como escribir, dibujar, etc.
En los tres primeros meses que siguen al nacimiento el niño reacciona a su entorno y su actividad está controlada esencialmente por el tronco cerebral y los mecanismos reflejos espinosos. Después de los tres meses, las influencias corticales comienzan hacerse sentir en la evolución de la actividad refleja: La actividad motriz, coordinación de movimientos simples, descansa sobre un repertorio innato de modelos de acciones (reflejos) exige una reducción progresiva de los grados de libertad articular.
Se produce también un enriquecimiento constante de la motricidad del niño para transformación y adaptación de modelos de movimientos anteriormente adquirirlo. En el caso del niño, la evolución de las estructuras y las condiciones del aprendizaje interactúan, y la parte correspondiente a unos y a otros en la actuación llega a ser difícil de establecer. Podría ser la actividad motriz sea generativa, que a partir de un número limitado de acciones bien limitadas de acción bien dominadas sea posible adquirir nuevas.
CONCLUSIONES GENERALES SOBRE EL DESARROLLO MOTOR.
La evolución del control del movimiento del estado fetal al de la madurez reviste las características siguientes:
ü  Se produce de manera rápida, progresiva y continua.
ü  Depende de la evolución del sistema nervioso y del sistema muscular.
ü  Progresa desde una respuesta débil, difusa, global y anarquista hacia una respuesta más fuerte, específica y organizada.
ü  Provoca la desaparición o modificación de reflejos neonatales.
ü  Se efectúa similar para todos los niños con variación individuales en el tiempo.
ü  Presenta variaciones en el mismo niño: la adquisición precoz de la posición en el pie no amplia automáticamente una marcha autónoma precoz.
ü  Varía ampliamente de un niño a otro.
ü  Hace aparecer una asimetría funcional de las estructuras simétricas o lateralidad con paso de la utilización indiferenciada de los dos lados del cuerpo a la preferencia de uno de los dos.

En el primer año los movimientos desorganizados se coordinan. En el segundo año el niño se libera de la dependencia del adulto adquiriendo la autonomía de sus desplazamientos. El principio del lenguaje, el curso de los años que siguen, prepara a la abstracción y a la integración de las funciones superiores. El dominio del gesto se refuerza con los años proporcionando la base de sus actividades lúdicas, aisladas y relación con los demás y la coordinación en el aprendizaje de la escritura.
En el nacimiento, el movimiento resulta una estimulación sensorial y traduce las posibilidades motrices del niño. La calidad del movimiento depende del nivel de desarrollo alcanzado relevado por la maduración de los sistemas nerviosos y neuromusculares. Al crecer, la motricidad refleja mas la organización funcional de las aferencias y el estado de los procesos síquicos asociados a la acción y no a la reacción, tales como la atención, la afectividad, la comprensión, la coordinación, la orientación. El gesto coordinado traduce el progreso del pensamiento.
Los progresos motores del niño se hacen desde una actividad difusa y casi balística a movimientos organizados y bien controlados. Las habilidades sensomotrices se concentran las actividades manuales por la diferenciación e integración de actividades de base que conducen progresivamente a la formación de estructuras cognoscitivas  

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